21.4.05

Mientras espera la hornalla

negativo de la foto de un jueves a la noche

Una sabe que las cosas son como son. Una sabe que la olla está esperando que prenda el fuego para preparar la comida. No tengo hambre.
Una sabe, y bien, que no se puede creer en casi nada, a no ser que te pase y entonces, de yapa, crees en la sorpresa. Y no; es uno de esos dias que te duele el pulgar, te duele la boca y tenés tanto, tanto cansancio encima que cuesta teclear. ¿Y entonces? Tecleo porque me gusta. Aunque me duela el pulgar. Que sólo sirve para darle a la barra espaciadora, dentro de este teclado.

Una noche que promete un dia
que no promete más que lo mismo que siempre, y así gira el ciclo. El mismo cansancio, el mismo sueño, las mismas ganas de nada, de seguir soñando solo, y no ser consciente de que sos un cuerpo metido en una cama metida en una pieza de una casa de una ciudad en un rincón de la peninsula ibérica, en un rincon de europa, del mundo y de lo que sea que hay y no llegamos. Teniendo pesadillas, o no, un cuerpo dormido, un alma dormida. Es cómodo. ¿Y vos que haces? Dormir. Y ahi está. Que bueno. Dormis, te vas gastando la vida de a poquito. Comés poco, hacés poco, pensás mucho, todo se ralentiza.
La hornalla sigue esperando. La tele a todo volumen del otro lado me molesta. Como no me iba a molestar.
Una sabe que el texto no da más.
Voy a preparar los fideos.

17.4.05

...

.
"yo soy yo
y sólo me pierdo
para volver a encontrarme."



(...y así...)

.

5.4.05

shhhh...

Se levantó. Se dio una ducha. Recogió su cabello con cuidado y eligió los pendientes azules. Antes de salir de casa atrapó al vuelo la bufanda amarilla, era un día frío. Cuando bajó del metro, caminando entre la multitud notó el ruido que lo envolvía todo: ruido de gente, ruido de niños, de coches y bicicletas, gritos, teléfonos, cerebros procesando. Y se paró ahí en el medio, del lado del sol: Basta.

Silencio.

Desde ella se extendía a todos los que la rodeaban. Se siguió expandiendo.

Silencio.
Llegó a las últimas fronteras unas horas después de comenzar. Y entonces, cuando sólo se oían las nubes sobre la tierra, volvió el ruido a la inversa. El silencio se fue retirando hasta llegar de nuevo y quedarse en su interior

donde ni siquiera ella podía tocarlo.

catarsis. 4.3.2005

2.4.05


Laila




(frío)

Se despierta. mierda, llego tarde.
Abre los ojos. Afuera sopla el viento y aún duermen en su casa. Qué frío. Sale descalza y se sienta en la entrada, en el suelo. Los rayos del sol, tibios, calientan un poco sus pequeñas piernas.Toma corriendo el café con leche, mal tomado, agarra sus cosas y sale de casa dando un portazo. Se despierta el resto de la familia. De nuevo lo mismo, piensan. Pero nadie dice nada, para qué. La madre prepara un poco de té que reparten entre todos. Casi no queda.
Llega la hora del almuerzo. el estúpido de César no me llamó, no vamos a poder cerrar el trato, voy a perder un montón de dinero. Sale a caminar. o sólo, camina. poquito, porque le faltan fuerzas para eso, y le sobra hambre. no hay más que hacer. Ya no hace frío, ella lo siente igual, muy adentro. se encuentra con Habib y juegan un rato. dibujan con palitos en el suelo de tierra. Luego vuelve a su tarea. Horas de trabajo, preparando planes, organizando reuniones... a las siete tiene visita con el médico,control de rigor. las seis. sale y empieza a caminar rápido. choca con una mujer que viene corriendo. ¡cuidado! le grita. y sigue empujando con rabia a la multitud, que se apelotona en todas partes.
se sienta y mira a su alrededor. la luz del atardecer le da paz, sopla un poco de viento. ya empieza a hacer frío otra vez, lo sienten sus huesos, finitos, casi de cerámica. las 8. quedó con la familia. juntos hacen cola para degustar el roscón de reyes mas grande del mundo. qué orgullo para la ciudad, fíjense qué lindo.
empiezan a aparecer las primeras estrellas. el frío de nuevo. entra en casa, se sienta. alguien le pone la manta sobre los hombros, pero ella no se da cuenta. está en otro lugar, sueña despierta. las 10. terminan de cenar, comí demasiado, se va a lavar los dientes al baño. este cepillo eléctrico es una mierda, debería usar otro mejor...se mete en la cama, pone el despertador, apaga la luz. piensa que tal vez mañana tendría que leer un poco el diario para estar informado, un hombre de mi edad no puede no estar informado de las Cosas Importantes que pasan en el mundo, si no después qué comento en la oficina. se hace un bollito, queda en posición fetal. se tapa con la manta. tirita. tiene el hielo metido en los huesos. y piensa...piensa que mañana volverá a jugar con Habib. se le ha ocurrido un juego nuevo. se duerme. y no despierta nunca más.





Laila tenía unos 8 años cuando murió el año pasado en un lugar de Afganistán. Murió de frío, tapada con la única manta que tenía una familia de mas de 5 personas.